13,14 15 DE JUNIO 2014. FIESTAS DE SAN ANTONIO DE PADUA.
HOMENAJE AL P. ANGEL JIMENEZ SANZ, PRIMER PÁRROCO DE NUESTRA PARROQUIA
HOMILÍA DEL DÍA DE LA FIESTA
Queridos amigos, queridos vecinos de nuestros barrios, amantes todos de San Antonio de Padua. San Antonio de Padua tiene en sus escritos una expresión que hoy, en esta mañana de fiesta, podría quedarse grabada en nuestra vida: es su mensaje para nosotros:Jesús nombre dulce y consolador… esperanza de vida, alegría del corazón, melodía al oído Miel en los labios. Vivir sin Jesús es morir. Si lo invocas dulcifica el alma. Si piensas en él te ilumina la inteligencia, si lo escuchas, te alimenta el corazón
Queridos amigos, no puedo hoy deciros palabras mejores. San Antonio era un gran predicador, su predicación hacia que los corazones del hombre y mujeres de entonces, volvieran a Dios, se acercarán más a él. Por eso son sus palabras, porque es nuestro santo patrón, las que deben caer hoy en nuestro corazón. Son las que yo hoy pido para mí y para vosotros, para nuestro barrio, para nuestras familias, para nuestros niños y jóvenes, para nuestros ancianos…
Jesús nombre dulce y consolador… esperanza de vida, alegría del corazón, melodía al oído. Miel en los labios. Vivir sin Jesús es morir. Si lo invocas dulcifica el alma. Si piensas en él te ilumina la inteligencia, si lo escuchas, te alimenta el corazón
Este es el motivo fundamental por el que se celebran unas fiestas patronales: para aumentar la devoción a San Antonio y así no perder de vista que los santos nos ayudan a vivir con intensidad la vida cristiana manteniendo el objetivo de la santidad.
SI, poner a Jesús en el centro de la vida: ¡Vivir sin Jesús es morir, vivir sin Jesús es morir! Así dice nuestro santo: Sí. Vivir sin Jesús es morir, no porque se pierda la vida física, sino porque se pierden los motivos para vivir, los motivos para esperar.
Vivir sin Jesús en la familia es perderse lo más hermoso, el amor que él nos trae; Vivir sin Jesús en la infancia es perderse la bendición; Vivir sin Jesús en la juventud es dejar de mirar a lo alto, donde están las cumbres;Vivir sin Jesús en el día a día de la vida es perder la luz que nos guía hacia la verdad; Vivir sin Jesús en la ancianidad es perder la mano que nos guía hacia el cielo. Esa es hoy la predicación de nuestro santo para ti, acércate a Jesús, y desde él a su Iglesia.
Queridos hermanos, si vivimos con Jesús todo puede cambiar. Por eso hemos celebrado estas fiestas que hoy tienen su punto central: hoy celebramos con dignidad y belleza su fiesta. En estos días hemos mostrado lo que nuestra parroquia quiere y debe dar a nuestro barrio de San Antonio y las Cárcavas, y a todos los nuevos vecinos de Valdebebas que celebráis ya con nosotros las fiestas. Queremos dar un testimonio de vida cristiana alegre, ¡se debe ser cristiano y alegre! Un testimonio de vida de comunidad, porque haya donde hay un cristiano hay familia, y todos debemos hacer esfuerzo por ser y sentirnos uno. En san Antonio, y estos días lo hemos experimentado con fuerza. Se aúnan los corazones, se produce la reconciliación, se engrosan los lazo de la amistad.
Queridos amigos: aunque os lo ponía en la carta del programa de fiestas, yo quiero aprovechar este día para saludar a todos, a todos los que en esto meses que llevo de párroco no he podido hacerlo.Y os quiero decir que es una alegría para mí ser el párroco de esta hermosa y peculiar parroquia de Madrid. Yo estoy contento de estar aquí, al servicio de la fe, al servicio de cada uno de vosotros y pido fuerza y luz a Dios para saber hacerlo...
También quiero deciros que esta parroquia debe ser la parroquia de todos y para todos, la parroquia de San Antonio y de las Cárcavas y ahora también con un corazón que se abre con alegría y generosidad a Valdebebas, aunque eso suponga cambios en nuestra manera de hacer las cosas. En la iglesia, como en una familia siempre se crece, y crecer es signo de vida, lo contrario es signo de muerte.
Y por último deciros que estamos en un momento irrepetible de nuestra parroquia, construimos parroquia y hacemos comunidad. ¡No os lo perdáis! Estad con nosotros y encontrad vuestro lugar aquí. Dios os espera para bendeciros. Dios os espera para bendeciros Gracias por todo.
Queridos amigos, queridos vecinos de nuestros barrios, amantes todos de San Antonio de Padua. San Antonio de Padua tiene en sus escritos una expresión que hoy, en esta mañana de fiesta, podría quedarse grabada en nuestra vida: es su mensaje para nosotros:Jesús nombre dulce y consolador… esperanza de vida, alegría del corazón, melodía al oído Miel en los labios. Vivir sin Jesús es morir. Si lo invocas dulcifica el alma. Si piensas en él te ilumina la inteligencia, si lo escuchas, te alimenta el corazón
Queridos amigos, no puedo hoy deciros palabras mejores. San Antonio era un gran predicador, su predicación hacia que los corazones del hombre y mujeres de entonces, volvieran a Dios, se acercarán más a él. Por eso son sus palabras, porque es nuestro santo patrón, las que deben caer hoy en nuestro corazón. Son las que yo hoy pido para mí y para vosotros, para nuestro barrio, para nuestras familias, para nuestros niños y jóvenes, para nuestros ancianos…
Jesús nombre dulce y consolador… esperanza de vida, alegría del corazón, melodía al oído. Miel en los labios. Vivir sin Jesús es morir. Si lo invocas dulcifica el alma. Si piensas en él te ilumina la inteligencia, si lo escuchas, te alimenta el corazón
Este es el motivo fundamental por el que se celebran unas fiestas patronales: para aumentar la devoción a San Antonio y así no perder de vista que los santos nos ayudan a vivir con intensidad la vida cristiana manteniendo el objetivo de la santidad.
SI, poner a Jesús en el centro de la vida: ¡Vivir sin Jesús es morir, vivir sin Jesús es morir! Así dice nuestro santo: Sí. Vivir sin Jesús es morir, no porque se pierda la vida física, sino porque se pierden los motivos para vivir, los motivos para esperar.
Vivir sin Jesús en la familia es perderse lo más hermoso, el amor que él nos trae; Vivir sin Jesús en la infancia es perderse la bendición; Vivir sin Jesús en la juventud es dejar de mirar a lo alto, donde están las cumbres;Vivir sin Jesús en el día a día de la vida es perder la luz que nos guía hacia la verdad; Vivir sin Jesús en la ancianidad es perder la mano que nos guía hacia el cielo. Esa es hoy la predicación de nuestro santo para ti, acércate a Jesús, y desde él a su Iglesia.
Queridos hermanos, si vivimos con Jesús todo puede cambiar. Por eso hemos celebrado estas fiestas que hoy tienen su punto central: hoy celebramos con dignidad y belleza su fiesta. En estos días hemos mostrado lo que nuestra parroquia quiere y debe dar a nuestro barrio de San Antonio y las Cárcavas, y a todos los nuevos vecinos de Valdebebas que celebráis ya con nosotros las fiestas. Queremos dar un testimonio de vida cristiana alegre, ¡se debe ser cristiano y alegre! Un testimonio de vida de comunidad, porque haya donde hay un cristiano hay familia, y todos debemos hacer esfuerzo por ser y sentirnos uno. En san Antonio, y estos días lo hemos experimentado con fuerza. Se aúnan los corazones, se produce la reconciliación, se engrosan los lazo de la amistad.
Queridos amigos: aunque os lo ponía en la carta del programa de fiestas, yo quiero aprovechar este día para saludar a todos, a todos los que en esto meses que llevo de párroco no he podido hacerlo.Y os quiero decir que es una alegría para mí ser el párroco de esta hermosa y peculiar parroquia de Madrid. Yo estoy contento de estar aquí, al servicio de la fe, al servicio de cada uno de vosotros y pido fuerza y luz a Dios para saber hacerlo...
También quiero deciros que esta parroquia debe ser la parroquia de todos y para todos, la parroquia de San Antonio y de las Cárcavas y ahora también con un corazón que se abre con alegría y generosidad a Valdebebas, aunque eso suponga cambios en nuestra manera de hacer las cosas. En la iglesia, como en una familia siempre se crece, y crecer es signo de vida, lo contrario es signo de muerte.
Y por último deciros que estamos en un momento irrepetible de nuestra parroquia, construimos parroquia y hacemos comunidad. ¡No os lo perdáis! Estad con nosotros y encontrad vuestro lugar aquí. Dios os espera para bendeciros. Dios os espera para bendeciros Gracias por todo.